Ante el cáncer de próstata es necesario tener en cuenta que cada hombre puede reaccionar de distinta manera ante cualquier tratamiento. Algunos pacientes pueden recuperar rápidamente la salud y la fuerza después del tratamiento, mientras que otros soportan efectos secundarios más duraderos que pueden afectar su calidad de vida.
Antes, durante, y después del tratamiento de cáncer de próstata, la persona puede padecer algunas dificultades como la disfunción urinaria, junto con la disfunción intestinal y la disfunción eréctil, que son algunos de los efectos secundarios más comunes.
Suele generar dudas el cómo se conectan la vejiga y la próstata y la verdad es que la glándula prostática está rodeada de órganos extremadamente vitales y sensibles que se encuentra debajo de la vejiga, frente al recto, alrededor de la uretra y dentro del sistema reproductivo.1
La vejiga en sí es un órgano con forma de globo que almacena la orina después de que se vacía de los riñones. Cuando la uretra transporta la orina fuera del cuerpo, comienza en la vejiga y atraviesa la próstata, por lo que una próstata agrandada puede obstruir o ejercer presión sobre la uretra, y en este sentido los tratamientos para el cáncer de próstata pueden dañar los nervios y músculos circundantes, afectando la función de la vejiga.2
Pero, ¿puede el tratamiento del cáncer de próstata conducir a una disfunción urinaria? La respuesta es sí, esto puede variar desde incontinencia y urgencia urinaria hasta orinar con demasiada frecuencia y dificultad para vaciar completamente la vejiga 3.
Estos síntomas se clasifican en algunos tipos principales de incontinencia:
Dentro de los tratamientos existentes para el cáncer de próstata se encuentran la radiación y la prostatectomía (cirugía de próstata); la segunda puede cambiar físicamente su sistema urinario, lo que presenta la posibilidad de dañar los nervios que ayudan a controlar la función de la vejiga y la radioterapia puede inflamar la vejiga y provocar una micción impredecible. La radiación también podría inflamar la uretra, lo que podría generar su estrechamiento, dificultando orinar cómodamente 4.
A medida que los avances tecnológicos van tomando fuerza dentro del campo de la medicina, se evidencia una mejoría en la calidad de vida del paciente posterior a los distintos tratamientos que existen para el cáncer de próstata, un ejemplo de ello son los espaciadores de hidrogel que pueden ayudar a reducir los posibles efectos secundarios de la radioterapia localizada para el cáncer de próstata.
De hecho, en un ensayo clínico controlado, multicéntrico, aleatorizado y publicado en 2017, demostró que al utilizar un espaciador de hidrogel durante la radiación del cáncer de próstata, los pacientes tratados tenían un 66% menos de probabilidades de sufrir incontinencia urinaria, en comparación con los pacientes que no lo recibieron.
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Hiperplasia Prostática Benigna
Disfunción eréctil
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